El payo de la carta
Antes
de adentrarnos en los autores del siglo XX y XI, vamos a comentar un
sainete (como podéis leer en el título de la entrada) del
autor gaditano, Juan Ignacio González del Castillo, y se trata de El
payo de la carta.
¿Y
qué es un sainete? os preguntaréis... Pues es una pieza
teatral en un acto, de carácter jocoso, que se representaba en el
intermedio o al final de una función durante los siglos XVIII y XIX.
Atiborró
al Teatro Principal de Cádiz de sainetes, donde trabajaba de
apuntador. Dirigió el majismo andaluz, proveniente de la literatura
de cordel o el folclore, a los tablados, y por eso se le consideraba
un adelantado del costumbrismo romántico. Sin embargo, se trata de
un costumbrismo inmovilista preñado de crítica ilustrada y liberal,
con un lenguaje repleto de prevariaciones idiomáticas por parte de
los payos, gestos y movimientos de los actores, tonos, degradaciones
metafóricas y metonimias, comparaciones, hipérboles e ironías.
Tampoco faltaban los bailes o la música y canciones (como coplillas,
tonadas, seguidillas...).
El
payo de la carta se configuraría como un sainete burlesco
de tipo rural y tradicional. Aparece una oposición clara de primera
mano: el mundo de la nobleza o burguesía frente al mundo más
popular.
No
se especifica nada en las referencias y escenografías (románticas),
la escenografía tiene mucho que ver con lo pintoresco y costumbrista
mientras que en este caso encontramos una mímesis abstracta y
esquemática de carácter fantástico.
Aquí
tenéis el enlace para leer la obra: El payo de la carta.
Estamos
ante una obra metateatral, el sainete se queda en las puertas. Lo que
hace es conectar con la obra que hace hasta ese momento.
Hay
unos defensores de la obra del teatro español. Un intento de
reivindicar toda la obra de los Siglos De Oro, Lope y Calderón, de
la tradición española frente a la tradición francesa o de la ópera
italiana, los mismos actores se quejan de que no tienen de que comer
e intentan obligar al rey a que prohíba la representación de obras
extranjeras o que lleguen nuevas compañías de comedia italiana.
Pieza
clave: la música, porque frente a la música francesa y los bailes
como el minueto y demás, hay un intento de defender la música
española. Hay una reivindicacion de lo nacional y al mismo tiempo,
una manera de enganchar al público. En esta época LA CARAMBA, LA
TIRANA eran tonadilleras (actrices que han tenido éxito por las
tonadillas, que eran canciones, a veces bailables que siempre se
ejecutaban con aires picarescos que son muy del gusto popular) de
estas tonadillas. El mundo de lo andaluz y de lo gitano empieza a
reivindicarse ya en este tipo de composiciones. Las majas de Goya
donde encontramos a personas como la duquesa que se viste de maja
(moza del pueblo) los aristócratas copiaban las vestimentas
francesas, pero hay una reivindicación popular a través del majismo
los chavales vestidos de toreros y las chavalas con mantillas. A
veces se habla de aplebeyamiento.
Otro
espacio que servía para socializar eran las cafeterías. Allí se
formaban muchísimas relaciones amistosas.
Uno
de los elementos más significativos de esta obra sería el mal uso
del lenguaje (una forma de caracterizar a estos personajes rústicos).
Esa falta de conocimiento del idioma los pone en desventaja y en una
relación de inferioridad de fuerza y de poder con respecto al resto.
Los personajes son personajes populares, se diferencian en este caso de que no hay muchos personajes elevados, LA GRACIOSA y LA CUARTA de la compañía. No hay realmente un enfrentamiento social muy claro entre uno y otro, el enfrentamiento más bien es de carácter cultural. La sociedad esta acostumbrada a convivir con unas pautas que establece la ciudad y los personajes vienen de campo y con otros intereses que se fundamentan con el sostenimiento de la vida diaria. La representación esta justificada por la celebración de una fiesta. Como no hay costumbre de representar pues se acude a BARTOLO, que lo envían a la ciudad a instruirse. Esa ignorancia es lo que facilita la comicidad de esos entremeses.
En
la forma de expresarse que tiene el personaje de BARTOLO observamos
cierto parecido a algunos monólogos de SANCHO en El Quijote.
Sobre todo cuando habla del campo.
Para
terminar, cabe decir que este tipo de sainetes o bien terminan
a palos o termina el ALGUACIL estableciendo orden. El sainete
como el entremés, provoca una alteración del orden que se
sigue en la comedia o el drama, que proponen un sistema de vida o
estructuración social jerárquica que el sainete descompone.
Vuelve a recomponerse ese sistema social que se había descompuesto
por el sainete. Se favorece la distensión que el espectador
ha visto hasta ese momento cómico.
No hay comentarios:
Publicar un comentario