miércoles, 11 de junio de 2014

El poder y la violencia en «Bodas de sangre»


Aunque con los símbolos señalados en la entrada anterior, ya se respondía al clima de violencia que sugiere la obra, en esta nueva entrada hablaremos, nuevamente de violencia, pero también de poder, y para ello, vamos a adentrarnos en el marco histórico del autor:

Nos encontramos en el primer tercio del siglo XX, cuando España se encontraba en un periodo revolucionario donde se produjeron muchísimos cambios, los cuales, comenzaron a guiar a este país desde lo más bajo en que se encontraba hasta una innovadora gran nación. Después de tantas reivindicaciones y asesinatos se desató la primera Guerra Mundial y con ella llegó la violencia a España, aunque esta se mantuviera al margen de dicha masacre. Luego llegó Miguel Primo de Rivera, el primer dictador español que subió al máximo poder gracias a un golpe de estado, que finalmente cayó en 1930 cuando Niceto Alcalá Zamora fue elegido como primer presidente español. 

Ese mismo año, surgiría un nuevo y segundo dictador, el general Francisco Franco, quien, convirtiéndose en el dictador más poderoso de toda España, lideró la segunda guerra civil española, que duró tres años (como la primera) concluyendo en 1939. Ese año, Franco ganó la guerra e impuso su dictadura, la cuál siempre será recordada como uno de los conflictos más sangrientos de España.

En 1920, antes de que asumiese el poder Primo de Rivera, surgió la famosa Generación del 27. De la que procederá nuestro querido Federico García Lorca y muchos más autores como Alberti, Cernuda... Y al iniciarse este nuevo grupo de literatos españoles se le dio ese nombre a la generación en honor al fundador del culteranismo, Luis de Góngora y Argote quien cumplía ese mismo año trescientos años de su fallecimiento. Nacieron muchos otros movimientos como el futurismo, el daidismo, el surrealismo y el ultraísmo.


Y esta es la Generación del 27.

Después de esta introducción, tenemos, en el plano real, un retrato de la sociedad andaluza de la época: las diferencias económicas que ponían barreras al amor y que habían impedido el matrimonio de la novia y el amante; el honor, que ya puede olerse en el teatro de Lope y Calderón; el papel de la mujer en la sociedad así como la visión de la sexualidad como estímulo para la fertilidad, vía útil para la continuidad de la descendencia. En el plano más onírico se plantea la sociedad frente al individualismo y viceversa, pero más destacado sería el tema de la muerte, que como ya mencionamos es representada por la luna en Bodas de sangre.

La vida de Federico García Lorca estuvo marcada por la violencia, la muerte y esa ubicuidad de la muerte se manifestaba también en sus obras, casi siempre de manera violenta. Bodas de sangre es un ejemplo de ello y la inmediata fatalidad de su desenlace representaría el núcleo temático en el que convergería toda la acción. No hay esperanza y aunque el amor se presente como la única manera de afrontar la muerte, este amor también sucumbiría ante el poder del odio y la violencia.


Cabe destacar que la trama de esta historia está basada en el Crimen de Níjar, tragedia que sucedió en junio de 1928, en Almería, y que inspiró a Lorca para escribir la obra. (No dudéis en clicar en el hipervínculo que os he señalado.)

Y sabiendo el origen de la obra, no cabe duda del drama que augura cada uno de los cuadros que componen el argumento del libro.

Otro aspecto que me parecería interesante señalar es "esa sangre" que da título a la obra, que como en la entrada anterior nos referíamos a las moiras griegas (por eso de la madeja roja que aparecía casi al final), otro significado que podríamos atribuirle es el de sangre como casta. Sí, nos referimos a esa estirpe o linaje a la que hace varias alusiones la madre del Novio y que repudia la de los Félix (familia de Leonardo). Esta sangre, esta buena casta como venimos diciendo compone un poder fundamental en la obra, pues se pone en juego el honor una vez Leonardo y la Novia han huido de la ceremonia y el Novio desesperado por encontrarlos acaba con su rival además de con su propia vida.

El honor, la venganza, el odio, elementos esenciales para que se produzca ese "sacrificio", el desenlace de esta historia tan trágica que estamos analizando, y es que la muerte para Lorca, de manera terrenal/telúrica se muestra a través de la naturaleza, a través de las pasiones y emociones que mueven al ser humano a realizar actos de locura salvaje.

¿Pero qué desencadena realmente el trágico final de los amantes? ¿la honra? ¿o todo comenzó por la mala reputación de la novia? como se puede leer en la conversación del cuadro primero entre la Madre y la Vecina, donde ya la Madre del Novio sospechaba de la carencia de pureza de la Novia y que ya presagiaba que esta al final acabaría por decepcionarla. Las dos familias estaban muy bien situadas y ya sabemos cómo acaban estos matrimonios de conveniencia.

Además de estos incentivos, hablamos de una sociedad patriarcal, en la que el hombre debe demostrar su superioridad frente a la mujer (se palpa aquí la incluso reciente y penosa situación en la que se encontraba esta figura), vemos siempre a la Madre hablando de la virilidad de su marido y de si este no hubiera perecido, habría podido demostrar de qué pasta estaba hecho:

Madre: Mi hijo la cubrirá bien. Es de buena simiente. Su padre pudo haber tenido conmigo muchos hijos. 



Y es que el Novio tenía que hacer honor a su apellido desde el primer momento de la boda y al final, después de los acontecimientos ocurridos, dos familias enfrentadas y un sangriento y fatídico desenlace.

Después de nombrar todos estos detonantes de la trama principal de la obra y después de los símbolos anteriormente señalados, solo queda añadir que, la sangre (buena casta), la honra, la virilidad del hombre y su primacía frente al género femenino concluyen en la presencia de violencia que como un toro embestirá y romperá con todo lo que hayaen su camino y en este caso, cobrándose alguna que otra vida.

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